Tras engañar a un empleado con un correo electrónico de suplantación de identidad y una hoja de cálculo infectada, los piratas informáticos utilizaron el ordenador infectado del empleado para introducirse en el sistema sanitario público de Irlanda y abrir un túnel a través de la red durante semanas. Merodeaban de hospital en hospital, navegaban por las carpetas, abrían archivos privados y propagaban la infección a miles de otros ordenadores y servidores.
Cuando pidieron el rescate, habían secuestrado más del 80 % del sistema informático, lo que obligó a desconectar a más de 100 000 personas y puso en peligro la vida de miles de pacientes.
Los atacantes llevaron a cabo el asalto de 2021 al Health Service Executive (HSE) de Irlanda con la ayuda de una versión "crackeada", o abusada y no autorizada, de una potente herramienta. La herramienta, empleada por profesionales de la seguridad legítimos para simular ciberataques en pruebas de defensa, también se ha convertido en el instrumento favorito de los delincuentes, que roban y manipulan versiones antiguas para lanzar ataques de ransomware en todo el mundo. En los dos últimos años, los piratas informáticos han utilizado copias crackeadas de la herramienta, Cobalt Strike, para intentar infectar aproximadamente 1,5 millones de dispositivos.
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